Todo llega en esta vida, día a día se aproxima
Sin siquiera darnos cuenta, el tiempo raudo camina
Avanzamos caminando sin notar que caminamos
Llegamos cuando nacemos, sin presentirlo nos vamos
Cuando amanece la vida, firmemente nos asimos
Se nos abre el horizonte y pequeños nos sentimos
Aprendemos tropezando, sin quererlo con la aurora
Y cuando está anocheciendo nuestra alma se desborda
Son los últimos fulgores, es el final, el ocaso
Es el adiós, hasta nunca, es el último fracaso
Ya no hay de que arrepentirse, la puesta de sol se acaba
Lo mejor es despedirse y olvidarse de mañana
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